Bautizada por los romanos como «la ciudad del oro» por su enorme abundancia de este metal, fue una importante ciudad de la provincia romana de Hispania hasta que se agotaron sus reservas del apreciado metal dorado, que se podía encontrar en el curso del propio río Miño.
También atrajo a los romanos por sus fuentes de aguas termales, actualmente conocidas como As Burgas (nombre derivado del bajo latino burca, que significa pila), que salen a temperaturas entre los 60 y los 100º. Aparte de estas fuentes termales, hay más repartidas por la ciudad. Destacan por ejemplo, las termas de A Chavasqueira, de uso público y gratuito.
La casa de Francisco Hurtado y su familia fue la primera construcción del balneario. Esta propiedad se levantó a mediados de la década de los años 30, cuando aun no se habían siquiera establecido lotes de los terrenos de la villa, razón por la que posteriormente quedaría en medio de una de las calles. En 1992, la viuda de Hurtado donó la propiedad. Desde 1993, en esta pintoresca construcción, testigo de la historia del balneario, funciona el Centro Cultural Francisco Hurtado y la oficina de turismo del balneario.
Después de la dominación romana, Orense siguió siendo una ciudad importante debido al puente sobre el río Miño, cuyos pilares todavía son romanos y que ha sido reconstruído múltiples veces a los largo de la historia. Esta situación estratégica hicieron de la ciudad un importante núcleo comercial desde la Edad Media, y favoreció su crecimiento una vez llegado el siglo XX. La construcción, en 1860, de la carretera nacional Villacastín-Vigo y las nuevas líneas férreas provocan un período de crecimiento de la ciudad y del casco urbano, construyéndose un nuevo puente y nuevos barrios a su alrededor
Se produce un vacío tras las incursiones árabes y normandas del siglo X y XI, tras el cual, se inicia una lenta recuperación. En el 1084, el obispo Ederonio restaura la Catedral sobre las ruinas de la antigua, aunque poco tiempo ejerció su labor, pues en 1188, ya se consagra la nueva. Doña Teresa de Portugal concede la jurisdicción de la ciudad al obispo y a sus sucesores en 1122, ostentándolo hasta 1628.
El núcleo original de la ciudad se constituye alrededor de las Burgas, en la ribera izquierda del Miño. La población en la ribera derecha se asentó especialmente a partir de la construcción allí de una estación de ferrocarril, a finales del siglo XIX, y hasta mediados del siglo XX pertenecía a un municipio diferente, el de Puente Canedo, absorbido entonces por el municipio de Orense.
En época moderna, Felipe el Hermoso y Juana la Loca preparan su entrevista con el rey Fernando el Católico.
Nace la primera casa consistorial en el siglo XVI. Los jesuitas y dominicos rompen el monopolio que ejercían los franciscanos con su llegada en el siglo XVII.
Actualmente Orense es un importante nudo de comunicaciones donde se cruzan tres autopistas, cuatro carreteras nacionales, así como cuatro vías de ferrocarril. La estación Orense-Empalme, una de las dos estaciones con las que cuenta la ciudad, es la más importante de Galicia, desde donde se centraliza y controla todo el tráfico ferroviario del noroeste de la Península.
El clima está conformado en un microclima local que se encuadra en un ámbito de transición entre el oceánico y el continental del interior, con fríos y humedad en los inviernos y calores agobiantes y húmedos en el verano.
A continuación podrán ver un video que hemos creado, en el se ve como ha evolucionado Ourense a lo largo del tiempo.
Esperamos que les guste.